Finalmente llegó el mes de noviembre, ese que detesto más de todo el año.
Es un mes gris, húmedo, los árboles han casi perdido todas sus hojas y no pasa
nada… absolutamente nada. Es ese mes que solo espero que pase para pronto
recibir navidad.
Pero este año el mes de noviembre quiso vengarse de mí y trae consigo un
buen catarro. Como lo había escrito antes, en la entrada de Orgullo y prejuicio, yo siento que me
muero cada vez que me enfermo. Los síntomas comenzaron a presentarse desde
ayer, pero hoy en la mañana fue peor. Es conocido de todos que lo mejor a hacer
en estos casos es guardar descanso. Chistositos… como si uno no tuviera que
trabajar, así que mi único descanso fue una hora de lectura en la comodidad de
la cama.
Como no tenía previsto enfermarme, tomé mi lectura en curso: Historias Extraordinarias de Edgar Allan
Poe. Pero este libro no me ayudó mucho a mi reposo, porque no sé si todos lo
sepan (yo no lo sabía antes de leerlo), Historias
extraordinarias no son “cuentos” de horror/misterio sino historias complicadas
dónde se necesita analizar los hechos. De hecho mientras leía The
Unparalleled Adventure of One Hans Pfaall, me perdí entre sus explicaciones de senos y
senos inversos, que pensé: “es una historia para ingenieros”. ¡JA!
Supuestamente soy una.
A lo que quiero llegar es que leer a Poe, cuando tu cerebro funciona a la
mitad, (ok, también cuando funciona completamente) es difícil. Así que esta
mañana cuando comencé a leer Un descenso
al Maelström, lleno de frases rebuscadas solo quería decir: ¡No Edgar, no
me hagas esto! Es cierto que me da un poco de vergüenza admitirlo, porque Edgar
Allan Poe es de las lecturas obligadas en la escuela, pero a mí me está
costando leerlo, enferma o no.
Sé que terminaré el libro, que hay historias que me gustaron mucho (como Mlle
M, Los crímenes de la calle Morgue y El escarabajo de oro) y otras que me han
costado terminarlas; que aun así tengo ganas de leer otras historias de Edgar
Allan Poe, conocer al mítico Cuervo, Berenice o El Pozo y el péndulo. Pero no en un futuro próximo.
Pero por ahora,
mientras agonizo, me gustaría una lectura reconfortante, con sabor a paz y
amor. Como una sopita de mamá.
Nos seguimos
leyendo (si no muero antes).
Histoires extraordinaires
Edgar Allan
Poe
Ed. La Bibliothèque
du Collectionneur
415pp
Idioma
original : inglés
Historias :
- Double assassinat dans la rue Morgue (1841)
- La Lettre volée (1845)
- Le Scarabée d'or (1843)
- Le Canard au ballon (1844)
- Aventure sans pareille d'un certain Hans Pfaall (1839)
- Manuscrit trouvé dans une bouteille (1833)
- Une descente dans le Maelstrom (1841)
- La Vérité sur le cas de M. Valdemar (1845)
- Révélation magnétique (1844)
- Souvenirs de M. Auguste Bedloe (1844)
- Morella (1835)
- Ligeia (1838)
- Metzengerstein (1832)
Pinturas:
Ramon Casas, Jeune Décadente (1899), Musée Montserrat
Gabriel FERRIER, Femme au lit, lisant le journal
Siempre es un gusto leerte, recupérate pronto ��
ResponderEliminarGracias! A mi también me gusta leer tus tweets :)
EliminarAbrazos