El 14 de julio se celebra la fiesta nacional francesa, la toma de la
Bastilla. La Bastilla era una prisión y su toma, en 1789, representó el fin de
la monarquía absoluta. La cual termina* con la decapitación de Luis XVI y María
Antonieta en la guillotina.
Antes, el 14 de julio significaba día feriado y tres horas obligatorias
frente a la televisión para ver el desfile (la ventaja es que siempre hay croissants
en la cama). Pero este año fue diferente y todo se lo debo a un libro.
El mes pasado leí Historia de dos
ciudades de Charles Dickens, sin saber mucho de lo que iba. Lo único que me
motivó a leerlo fue esto (cita que encontré en una tesis de Química, si los químicos
también tenemos alma de poeta):
Fue el mejor de los tiempos, fue el peor de los tiempo, la edad de la sabiduría y también de la locura, la época de las creencias y de la incredulidad; la era de la luz y de las tinieblas; la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación. Todo lo poseíamos, pero no teníamos nada…"
¿Quién no muere de ganas de leer el libro con ese comienzo? Yo no me resistí
y puedo asegurarles que es de lo mejor que he leído éste año. Es más, Dickens ya
está entre esos escritores que quiero leer todo.
Historia de dos ciudades fue una explosión de sentimientos y un
despertar en mi cerebro con respecto a la historia de Francia, y más que eso, a
una realidad social. Porque durante algunas páginas te paseas por Francia del siglo
XVIII, te codeas con su gente, hueles su miseria y te duelen sus injusticias. Además
la historia de los protagonistas es inesperada, en un principio no entiendes qué
relación hay entre ellos o cómo todo eso va a tener sentido al final. Pero lo
tiene y es maravilloso. Yo terminé llorando de tristeza y alegría, por los
personajes, pero sobre todo por un pueblo… un pueblo que ya siento como mío. Y
es gracias a este libro que entiendo ese orgullo que siente Mr J al escuchar la Marsellesa (himno
francés) o su respeto por la república al ver el desfile cada 14 de julio.
Éste libro es ideal para todos, ya sea porque les gusta la Historia o
porque prefieren una buena historia.
Nos seguimos leyendo
*Decir que
termina es muy aventurado, ya que hubo la restauración de la monarquía en 1814
con Luis XVIII. Pero esa es otra historia.
Pintura: La Rue Montorgueil, Claude Monet 1878 (Musée d'Orsay)
Comentarios
Publicar un comentario