Ana Holmes

No soy muy fan de las historias policiacas, pero desde que leí La verdad sobre el caso Harry Quebert cada vez que hay un nuevo libro de Joël Dicker corro a comprarlo y lo leo de inmediato. Lo que no hago con nadie más. No sé qué es lo que tiene que lo vuelve tan adictivo.
En un principio pensaba que era la historia. En La verdad sobre el caso Harry Quebert, Joël Dicker juega con tus emociones. Pasas todo el tiempo indagando quién puede ser el asesino y cada vez que crees encontrarlo, algo pasa en la historia que todos tus fundamentos se vienen abajo. Y así es hasta el final, dónde como el mismo Marcus Goldman (personaje principal) lo diría, el autor te da un último golpe y cierras el libro pidiendo más. Es de los pocos libros que he leído de un jalón y no quería dejarlo ni para dormir (el sueño es fundamental en mi vida). 


Cuando salió El libro de los Baltimore yo esperaba con ansias el rencuentro con Marcus Goldman y con su mamá. Me desilusioné un poco al ver que era otra vez una historia policiaca, que por cierto no recuerdo mucho, y lo leí con cierto recelo. Es cierto que es un libro más íntimo, hay menos vueltas en la historia y es menos apasionante, pero aún  así lo disfruté muchísimo. Al igual que el primero lo devoré en algunos días, pero me quedé con ganas de leer algo nuevo sin Marcus Goldman.
Mi sueño se cumplió hace algunos días cuando se publicó La desaparición de Stéphanie Mailer. Nuevamente una novela policiaca, ubicada en Estados Unidos, con personajes misteriosos y entrañables, todo envuelto en el mundo de los escritores. Sin embargo, esta vez la trama me pareció más lógica, no hubo tantos saltos en el trama y aunque no logré encontrar al asesino, el final es menos sorprendente. Hay algunos personajes que para mí están de más, los policías en ocasiones parecen de la PGJ y no ven las pruebas obvias, además de que el verdadero detective parece el médico legista (WAF!!). Quizás con lo que acabo de escribir no les den ganas de leer el libro, pero es justamente con esto que quiero responder mi pregunta.
Lo que es maravilloso de los libros de Joël Dicker es la forma en la que están contados. Porque desde la primera página te transportas a Estados Unidos y te vuelves un personaje más. No puedes dejarlo a un lado porque quieres saber qué es lo que va a pasar o si tienes razón en lo que estás pensando. Es como vivir en una buena película policiaca, solo que aquí tienes el tiempo de analizar los personajes y hacerte tus propias teorías.


Joël Dicker publicó Los últimos días de nuestros padres casi al mismo tiempo que su gran éxito, La verdad sobre el caso Harry Quebert, solo que fue un manuscrito que durmió mucho tiempo en un cajón hasta que pudo ver la luz. Es una novela no policiaca, más bien histórica, que cuenta hechos muy precisos y desconocidos de las grandes masas de la Segunda Guerra Mundial. Yo muero de ganas por ver lo que puede hacer con un tema más tierra-a-tierra.
Para el futuro no sé qué pasará, no sé qué continuara a escribir. Pero creo que será con en las películas de Star Wars o la serie Marvel, por más que reniegue, siempre seré curiosa por leer lo que publique.
Yo les recomiendo fuertemente La verdad sobre el caso Harry Quebert. Es un libro que es para todo mundo, para grandes lectores y hasta para los que no les gusta leer. Pasarán un súper momento, aunque pasen por autistas algunos días, simplemente cerrarán el libro extrañando a los personajes. 

Pinturas:
Edward Hopper
Compartment C Car, 1938, https://www.edwardhopper.net/
Nighthawks, 1942, Friends of American Art Collection © Art Institute of Chicago  https://www.grandpalais.fr/fr/evenement/edward-hopper

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