Esta entrada estaba planeada para finales de marzo, pero no tenía previsto
que alguien sacudiría mi vida. En un principio quería dedicar el mes de marzo
al realismo mágico, pero como seguido pasa, una lectura lleva a otra. A
continuación les presento mis lecturas
de estos dos meses.
Un libro que salió el año en que naciste
La casa de los espíritus
Isabel Allende
Debolsillo
453 pp.
¿Quién no ha escuchado
sobre La casa de los espíritus? Para
mí era una de mis películas favoritas de la infancia (si lo acepto, antes era
más cine que libros). Luego comencé a leer Isabel Allende con Retrato en Sepia y no me quedé muy
convencida. Hasta que por azares del destino me topé con La suma de los días y me encantó. Tan es así que busqué como loca Paula por todas las librerías.
En un principio pensé que la suma de los días y Paula, al ser autobiográficos, eran
interesantes por el personaje de Isabel Allende en sí. Porque Isabel Allende es
“une sacrée femme” llena de matices, divertidísima, optimista, que atrae como
un imán. Por eso no me había animado a leer algo más de ella. Pero al descubrir
que La casa de los espíritus fue
publicado en el mismo año de mi nacimiento, me dije ¿y por qué no?
Como lo menciono en mi
reseña, el principio del libro me pareció una copia de Cien años de soledad. Pero poco a poco me fui dando cuenta que no
era así. La casa de los espíritus cuenta
la historia de cuatro generaciones de una familia burguesa en Chile. Y aunque
la familia está llena de mujeres, me parece que el hilo conductor y aquél que
lleva la familia del principio al final es el padre, Esteban Trueba. Es a través de él que vemos los cambios de
generaciones y de Chile. Es él quien nos despierta los más profundos sentimientos
y no Clara del Valle, Blanca o Alba. Es él quien “sufre” los cambios de la
sociedad chilena y es el final de Esteban
Trueba que le da sentido a todo.
A mi simplemente me encantó
este libro. He leído que en El amante
japonés se vuelve a encontrar esa Isabel Allende que tanto apreciamos en la casa de los espíritus, que me digo ¿y
por qué no?
Bonus Track
Veinte poemas de amor y una canción desesperada
Pablo Neruda
Edaf
111 pp.
La verdad es que me cuesta
mucho leer poesía, éste es el primer libro completo que leo. Y aunque siempre
evado la poesía decidí hacerlo pues en La
casa de los espíritus hablan tanto del “Poeta”, de la influencia que tuvo
en los chilenos en su deseo por un sistema democrático social (aunque Neruda
era más bien comunista), que me dije tal vez me estoy perdiendo de algo. Motivada
en una soleada mañana de invierno intenté amar la poesía. Desgraciadamente lo
único que pude decir al terminar el libro fue “muy bonito” como lo hacía Clara del Valle.
Pero hay tanta poesía
fabulosa que existe que no me puedo quedar sin hacer un esfuerzo. He escuchado
que la poesía tiene que leerse con el corazón y a voz alta, lo intentaré para
mi próximo libro de poemas. Entre la poesía y yo, no todo está dicho.
Un libro que puedas acabar en un día
Carta al padre (Lettre au père)
Franz Kafka
Folio
99 pp.
Carta al padre fue de esos libros que llegan
a tu vida así, sin planearlo. Pero a veces las cosas que no se planean son
aquellas que se disfrutan más. Carta al
padre es un libro muy chiquito que se lee fácilmente en un día. Pero en tan
sólo unas páginas Kafka te lleva a lo más profundo de su ser, a sus miedos, sueños,
a conocer a su familia. Y en este viaje te proyectas tanto en sus inquietudes,
que cuando eres capaz de salirte del libro, sientes pena y tristeza. Pena por
haber invadido tanto su vida y tristeza porque al igual que él no entiendes la
relación con tu padre (o madre).
Carta al padre es una letra que Kafka le
escribe a su padre para responderle una pregunta, ¿por qué digo que te tengo miedo? En la respuesta que le da a su
padre, uno mismo se pregunta ¿qué tipo de relación tengo con mis padres? ¿Es
que yo podría llegar a ser como el padre de Kafka cuando tenga hijos? Porque yo
pude ver algunos de mis defectos en aquéllos del padre. Es por eso que carta al padre debe ser leído por todos,
por aquellos que son padres y por aquellos que sueñan en serlo.
Kafka nunca envió esta carta a su padre, pero la
relación que tenía con él se ve reflejada en otros de sus libros. En lo
personal este libro me dio mucho que analizar y me dejó un comienzo de libro
que entrará a mi lista de inolvidables.
Queridísimo padre:
Hace poco me preguntaste por
qué digo que te tengo miedo. Como de costumbre, no supe darte una respuesta, en
parte precisamente por el miedo que te tengo, en parte porque para explicar los
motivos de ese miedo necesito muchos pormenores que no puedo tener medianamente
presentes cuando hablo.
Un libro de un autor que nunca hayas leído
El tambor de hojalata (Le tambour)
Günter Grass
Points
626 pp.
¿Qué decir del tambor de hojalata? ¿Cómo contarles en
pocas palabras una historia si basta y maravillosa? ¿Cómo hacerlo sin sentirme
triste por todo lo que fue y que tal vez olvide? ¿Cómo explicar todo lo que
cambió en mí este libro?
Quizás debería hacerlo lo más
simple que pueda. Un campo de patatas, cuatro faldas, un foco, un bebe, una
promesa, un tambor, una decisión, una voz, un caballo, el amor, la guerra, una
joroba, un país, un juicio, una bruja, treinta. Lo hago así porque al escribir
estas palabras vuelvo a vivir cada momento con Oscar y me siento feliz de
haberlo conocido. Porque Oscar es de esos personajes que se quedaran para
siempre conmigo, que recordaré una y otra vez, como si formara parte “real” de
mi existencia. Lo más curioso es que esto lo había pensado antes de terminar el
libro. Llegando a las últimas páginas Oscar resume su vida de una forma similar
a lo que yo pensé (lo siento, lo leí en su traducción francesa):
Que dire encore: Né sous lampes
électriques (focos), croissance
délibérément interrompue âge de trois ans (una decisión), reçu cadeau tambour (un tambor), massacré verre (una voz), flairé vanille (el amor), toussé dans églises, donné sandwiches Lucie,
observé fourmis, décidé grandir… etc.
El tambor de hojalata es un libro que me costó mucho leer, por
el nivel de cultura general que exige, por las alusiones a la historia que
hace, por sus metáforas, por su profundidad. Y estoy segura que hubo muchas
cosas que no entendí completamente, que volveré a leerlo y que todo me parecerá
nuevo… como la primera vez. Y es justo eso que hace de este libro un clásico y
una maravilla de la literatura. Porque es una historia que puede ser contada
mil veces pero siempre va a ser diferente, y evolucionará con mi experiencia
personal.
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