Finalmente he regresado a mi vida normal, después de mucho flojear, he vuelto a entrar caminando a casa. La verdad es que el metro puede ser muy cómodo y rápido, pero nada se compara a respirar aire fresco después de trabajar. Porque en esos kilómetros que separan el trabajo de casa vacío mi mente, pienso en otras cosas, observo a la gente, que hay de nuevo en el barrio y sobre todo cómo va cambiando París.
El lunes dejé el trabajo como a las 19h y una vez emprendido mi viaje comencé a notar que los colores habían cambiado, el cielo comienza a ponerse anaranjado y los edificios reflejan esa tonalidad que los vuelve mágicos. Las personan han sacado los suéters y en las terrazas se ven mas vasos de vino que cervezas. Y lo más hermoso es que los jardines están vestidos en su mejor ropa, amarilla-anaranjada, el viento es fresco y el olor del aire te dice que ya llegó el otoño.
El otoño es una estación bipolar para mí. Cuando hace gris y llueve me puedo sentir triste, mientras que en los días soleados solo estoy melancólica. Se que para muchas personas la melancolía representa tristeza, yo no lo veo así. Para mi es sinónimo de recordar, sentir, extrañar y sonreír. Porque significa que he tenido muchos buenos momentos en mi vida, que he sido muy feliz y que quizás se hayan acabado, pero estoy segura que habrá otros.
Creo que no hay mejor persona que pueda describir mis sentimientos que Marcel Proust con su maravilloso En la búsqueda del tiempo perdido. Yo empecé a leer la serie hace muchos años y después de terminar Por el camino de Swann, lo abandoné hasta el año pasado, prometiéndome leer un libro por año. Viendo mi estado de ánimo, no hay mejor momento para hacerlo que ahora.
Hay que decir que Marcel Proust no es fácil de leer. Se necesita tiempo para disfrutar cada palabra, para saborear cada momento del personaje y al mismo tiempo recordar tú vida. Porque Proust tiene la magia de meterse en tu mente y en tu corazón, y cuando menos lo esperas estas añorando algo de tu pasado. Por eso es perfecto para leerse en otoño.
Sin embargo, cada vez que leo a Proust termino cansada, triste y es tanto lo que he vivido que soy incapaz de escribir lo que sea. Por eso esta vez quiero hacer algo diferente, algo que me obligue a compartir lo que voy leyendo y tal vez motive a alguien más a leerlo. Así que voy a ir compartiendo mi lectura en mis redes sociales. Esto es algo nuevo para mí porque no soy nada activa en ellas... ya veremos que resultado da. Si alguien se une voy a leer El mundo de Guermantes que sería el tercer tomo de la serie. Aunque pueden empezar con el primero, les juro que les va a encantar (si les gusta éste tipo de libros)
Nos seguimos leyendo (quizás más pronto de lo acostumbrado)
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Te amo, eres la sonorisa de mi vida.
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